Muchos pacientes fibromiálgicos sienten gran desasosiego porque por la noche, mientras están dormidos (lo poco que pueden dormir la mayoría de ellos), se despiertan súbitamente con sensación de “calambre“ o “electricidad” que va desde la cabeza y se extiende a todo el cuerpo.
Es una sensación breve, que dura unos segundos y resuelve sola, pero a aquellos que la sufren les supone un estrés adicional a la ya pesada carga de la fibromialgia.
A veces piensan que van a sufrir una crisis convulsiva generalizada, y temen acabar en el suelo temblando espasmódicamente y echando espuma por la boca (más o menos lo que se ve en las películas).
¿A qué puede ser debida esta especie de “temblor eléctrico nocturno“? Vamos a tratar de responderlo.
Este despertar con la sensación de “temblor eléctrico” es bastante común en los enfermos con fibromialgia. Incluso me atrevería a decir que es más frecuente de lo que los propios médicos piensan, porque muchas veces el paciente lo oculta en el interrogatorio de síntomas que le hacen en consulta.
Es un fenómeno que puede tener múltiples causas: algunas debidas a la propia enfermedad y otras secundarias a los tratamientos que se usan para tratar sus síntomas.
Como causa atribuible a la propia enfermedad, es sabido que la fibromialgia altera la calidad del sueño. Se ha descrito que hasta en un 70% de los pacientes se puede producir una alteración concreta que se denomina “anomalía alfa-delta“.
¿A qué responde este nombre tan raro? A que teóricamente las ondas “alfa” cerebrales sólo deberían aparecer cuando la persona está despierta, pero en el paciente fibromiálgico pueden aparecer cuando la persona está dormida, superponiéndose a las ondas normales de esa fase del sueño que son las ondas “delta“.
¿Qué consecuencias tiene este cambio en la actividad cerebral durante el sueño? La principal, el acontecer de despertares durante la noche que alteran la calidad del sueño, haciendo que no sea reparador.
También puede condicionar el desarrollo de actividad muscular de tipo calambres o contracturas, e incluso la aparición del síndrome de piernas inquietas.
Como potenciales causas achacables a los tratamientos sintomáticos de la fibromialgia, se puede elegir entre la actividad epiléptógena de fármacos como la amitriptilina o el tramadol, que disminuyen el umbral convulsivo haciendo más fácil la aparición de convulsiones leves o moderadas; los temblores o el bruxismo debidos a la duloxetina; la hipertonía muscular o las convulsiones mioclónicas leves secundarias a la venlafaxina; los temblores, las convulsiones mioclónicas o la discinesia asociadas a la pregabalina, etc.
Como se ve, este tipo de síntomas nocturnos no son nada raros en el paciente aquejado de una fibromialgia. Hay muchas causas potenciales que explican lo que le pasa.
Sólo hace falta que el paciente lo comente con toda confianza con su médico para que éste pueda investigar para ver cuál o cuáles de estas causas potenciales son las que, en su caso, explican sus síntomas concretos. Y a partir de ahí, tratar en la medida de lo posible de ponerle remedio.
✅ Algo que le ayudará con los temblores y calambres nocturnos es escoger un buen colchón para su descanso, puede ver información sobre esto en este otro artículo: colchones indicados para personas con fibromialgia
✅ También puedes prevenir estos y otros síntomas siguiendo los tratamientos naturales que te explicamos en el libro “Fibromialgia, del dolor a la libertad”
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