Se estima que aproximadamente el 70% de las personas con fibromialgia padecen problemas cutáneos asociados con la enfermedad. Entre las afecciones más comunes se encuentran las erupciones cutáneas y las irritaciones cutáneas crónicas.
Aunque la mayoría de estas condiciones no son amenazas para la salud, pueden ser muy irritantes y alterar la calidad de vida del paciente. La picazón puede dificultar el sueño y aumentar el dolor y la fatiga. Los problemas de la piel también pueden limitar su elección de ropa y alimentos.
Existen diferentes tipos de problemas de la piel que se manifiestan en la fibromialgia y muchos de ellos pueden ocurrir simultáneamente o volverse crónicos:
Prurito: es la queja más común entre los pacientes con fibromialgia. Muchas personas padecen picazón en todo el cuerpo y, a veces, el rascado excesivo causa dolor, inflamación, infección o neurodermatitis (caracterizada por un ciclo continuo de producción de picazón). La picazón crónica también puede hacer que la piel se vuelva más gruesa, dejándola con una textura similar al cuero.
Piel seca: muchos pacientes sufren de forma crónica piel seca y escamosa, que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero que afecta especialmente a las manos y los dedos. A veces, la exfoliación provoca dolor e incomodidad.
Parestesia: Es una sensación anormal y desagradable en la piel que toma varias formas: sensación de que algo camina sobre la piel; sensación de escozor; incendio; entumecimiento u hormigueo y sensaciones de frío o calor especialmente en las palmas de las manos, plantas de los pies y muslos.
Manchas: la piel de los pacientes puede cambiar de color, apariencia o tono. Pueden aparecer manchas oscuras en todo el cuerpo, especialmente en el interior de los antebrazos y los muslos. La exposición al sol puede oscurecer estas manchas o hacerlas rojas e hinchadas.
Piel sensible: muchos informan que la piel duele cuando simplemente se toca. Esta sensibilidad, conocida como alodinia, puede causar numerosos problemas, desde enrojecimiento e hinchazón hasta hematomas y cicatrices. Esta sensibilidad a menudo evita que los pacientes con fibromialgia participen plenamente en las actividades diarias.
Erupciones: generalmente se desarrollan como resultado de la piel seca o con picazón. Aparecen como bultos y pueden ser escamosos al tacto.
Dermografismo: Es una mancha roja elevada similar a la urticaria que aparece cuando se frota la piel. Esta aparición parece ser más común en la piel por encima de los músculos adoloridos.
Causas
Las causas de los problemas de la piel en la fibromialgia siguen siendo un misterio para los médicos, científicos e investigadores. Nadie está realmente seguro de por qué la piel está tan afectada por la enfermedad.
Los primeros estudios, acreditados a la Dra. Caro, mostraron un nivel elevado de proteínas inmunorreactivas justo debajo de la superficie de la piel. El investigador cree que estas proteínas atraviesan los vasos sanguíneos porque los pacientes con fibromialgia tienen poros más grandes en estos vasos que las personas sanas. También afirma que el cuerpo trata estas proteínas como sustancias extrañas y desencadena una reacción inmunitaria.
En 1997, investigadores suecos encontraron que las personas con fibromialgia tienen un tipo de célula, llamado mastocito, en niveles cuatro veces más altos que en individuos sanos. Es generado por el sistema inmunológico y está lleno de histamina y citocinas, que cuando se liberan pueden causar alergia, dermografismo, irritación dolorosa en los tejidos circundantes y desencadenar una respuesta neuroinmune. El mastocito también libera heparina, un anticoagulante que podría explicar los hematomas en la piel de los pacientes.
En 2004, la médica suiza Dra. Haiko Sprott descubrió que los pacientes con fibromialgia tienen menos capilares sanguíneos y que, además, tienen una forma irregular. Esto reduce drásticamente el flujo sanguíneo a la piel y otros tejidos periféricos del cuerpo en pacientes con fibromialgia.
La decoloración de la piel puede resultar de una mayor actividad de la glándula pituitaria en el cerebro. La hipófisis es responsable de la producción de la hormona estimulante de los melanocitos, que produce melanina y genera pigmentación en los ojos, la piel y el cabello. Por alguna razón, no parece haber mucha melanina en la piel de quienes padecen fibromialgia.
La piel es un órgano muy vascularizado, con muchas glándulas sudoríparas y millones de pequeñas terminaciones nerviosas que llevan mensajes al cerebro. La hipersensibilidad de estas terminaciones nerviosas puede ser responsable de las sensaciones anormales de la piel en la fibromialgia:
La piel sensible (alodinia) puede ser el resultado directo de una disfunción en el sistema nervioso central que impide que el cerebro lea correctamente las señales de dolor, lo que puede hacer que la piel sea sensible al tacto.
La picazón también puede ser el resultado de señales de dolor mal interpretadas por el cerebro. Los receptores debajo de la piel son responsables de enviar mensajes al cerebro sobre lo que estamos sintiendo. A veces, estos receptores no son así como también cómo interpretar estos mensajes sensoriales e intercambiar la sensación dolorosa por el picor.
Se supone que el dermografismo puede ser causado por una respuesta nerviosa exacerbada al dolor.
Tratamientos y cuidados
Existen numerosos tratamientos disponibles para ayudar a aliviar los efectos asociados con los problemas de la piel causados por la fibromialgia, así como una serie de precauciones que puede tomar para reducir y aliviar estas afecciones:
- Las cremas hidratantes son buenas para aliviar la piel seca y agrietada. Después de tomar un baño tibio, estas cremas deben aplicarse generosamente en todas las áreas afectadas.
- Las cremas elaboradas que contienen corticoesteroides están indicadas para pieles muy secas.
- La piel con imperfecciones se puede tratar con cremas aclaradoras o con terapia de luz ultravioleta.
Tome baños rápidos y tibios. Evite los baños largos y calientes que deshidratan la piel y la hacen más sensible. - Limpiar y secar siempre la piel con suavidad, sin frotar con fuerza.
- Use ropa interior y ropa de cama de algodón. Evite la ropa ajustada, las telas sintéticas y los calcetines de nailon.
- Refrigerar la habitación por la noche para evitar sudar mucho durante el sueño también puede reducir la irritación de la piel.
- Para aliviar el picor se puede bañar la zona afectada con una solución tibia de avena y agua o aplicar compresas frías para “anestesiar” la zona.
- Evite las cremas exfoliantes, las toallitas humectantes con fragancias y los cosméticos que contengan alcohol o ingredientes de menta y cítricos.
- Evite rascarse y frotarse las lesiones.
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