La mayoría de los que sufren de fibromialgia están familiarizados con el calor repentino, los sudores nocturnos y las incómodas fluctuaciones de temperatura que pueden afectar de repente e interferir con todo.
En este artículo, hablaremos sobre cómo hacer frente a la fluctuación de la temperatura corporal
Fibromialgia y la sensibilidad al calor y al frío
Con fibromialgia, la temperatura corporal volátil no indica fiebre y los sofocos o escalofríos se presentan sin ningún otro síntoma.
Muchos pacientes con fibromialgia también tienen hipotiroidismo, lo que significa que la tiroides no funciona tan bien como debería, lo que lleva a la sensibilidad a la temperatura, por suerte este problema de salud tiene tratamiento médico.
Una función importante de la piel es la regulación de la temperatura corporal.
Cuando se expone la piel a una temperatura fría, los vasos sanguíneos de la dermis se contraen, lo cual hace que la sangre que es caliente, no entre a la piel, por lo que ésta adquiere la temperatura del medio frío al que está expuesta.
El calor se conserva debido a que los vasos sanguíneos no continúan enviando calor hacia el cuerpo.
Entre sus principales funciones está el que la piel es un órgano sorprendente porque siempre protege al organismo de agentes externos.
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Estrategias para afrontar los sudores nocturnos y los sofocos de la fibromialgia
Los momentos repentinos de calor o frío pueden interrumpir su sueño, la rutina diaria, así que trate de tener un buen plan de acción: Relájese con el entrenamiento autogéno (El entrenamiento autógeno es una técnica de control de la activación, que logra reducir la ansiedad evocando sensaciones corporales como el calor o la pesadez).
Mediante esta técnica se persigue otorgar al paciente una herramienta sencilla y eficaz para controlar su propio nivel de activación.
Esto se logra mediante la concentración pasiva en las sensaciones corporales, siguiendo unas afirmaciones básicas que guiarán el entrenamiento.
Se trata por tanto, de un ejercicio de autosugestión. De evocar las sensaciones (pesadez muscular, respiración calmada) que comúnmente aparecen ante un estado de relajación, para ‘convencer’ al organismo de que se encuentra relajado.
Estar preparado
Puede parecer obvio, pero tener capas de ropa adicionales para el calor o el frío. Mantenga una manta térmica y una chaqueta en su coche si es propenso a los escalofríos, y es buena idea llevar un paquete de hielo, o una botella de agua congelada, para que pueda calmar cualquier sofoco que sienta durante el día.
Entrar en la tina
La clave para regular la temperatura de su cuerpo con seguridad y eficacia, es bajarla gradualmente o subirla de la misma manera, si siente frío. Una gran manera de volver a una temperatura cómoda es con un baño de tibio a caliente.
Dormir con capas
Lo único peor que despertar sudado, es tener que levantarse para quitarse incómodamente pijamas abrigados o mantas pesadas.
Prepárate antes de acostarte, haciendo la cama en varias capas y vístase con ropa suave y aireada. Cuanto más fácil pueda quitar una capa cuando siente calor, mejor podrá conseguir una noche de sueño decente, sin demasiadas interrupciones.
La intolerancia al frío puede ser causada por otras enfermedades aparte del hipotiroidismo, como anemia, anorexia nerviosa, problemas de los vasos sanguíneos como el fenómeno de Raynaud.
La intolerancia al calor puede ser causada por: anfetaminas u otros estimulantes, como los que se encuentran en los anorexígenos o supresores del apetito, ansiedad, menopausia, exceso de hormona tiroidea (tirotoxicosis).
Una vez que su médico se haya asegurado de que no hay ninguno de estos síntomas para tratar, pueden trabajar juntos para crear un plan que incluya medicamentos, terapia conductual y diferentes estrategias, para mantener su comodidad física.
¿Y qué pasa con el Frío?
La fibromialgia es una afección crónica que causa dolor musculoesquelético generalizado, fatiga y sensibilidad en los puntos dolorosos. En casos extremos de frío, estas molestias pueden aumentar y hacer que sea más difícil para los pacientes de fibromialgia afrontar las bajas temperaturas. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para afrontar el frío extremo con fibromialgia:
- Abrigarse adecuadamente: es importante que las personas con fibromialgia se abriguen adecuadamente para mantener su cuerpo caliente. Utilizar ropa térmica y abrigos gruesos puede ayudar a mantener el calor corporal y prevenir el dolor muscular.
- Ejercicio moderado: aunque el dolor y la fatiga pueden hacer que el ejercicio sea más difícil para las personas con fibromialgia, mantenerse activo puede ayudar a mejorar la circulación y reducir el dolor. Se recomienda hacer ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar, para mantener el cuerpo en movimiento.
- Mantener una dieta saludable: comer una dieta saludable y equilibrada puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación. Se recomienda una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables.
- Mantener una buena hidratación: beber suficiente agua y mantener una buena hidratación puede ayudar a mantener el cuerpo caliente y reducir la fatiga.
- Tomar suplementos: algunas personas con fibromialgia pueden beneficiarse de suplementos como la vitamina D o el magnesio, que pueden ayudar a reducir el dolor y la fatiga.
- Técnicas de relajación: practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede mejorar los síntomas de la fibromialgia.
- Evitar el estrés y la ansiedad: el estrés y la ansiedad pueden empeorar los síntomas de la fibromialgia. Se recomienda evitar situaciones estresantes y buscar actividades que ayuden a relajarse y reducir la ansiedad.
- Utilizar métodos de terapia física: la fisioterapia o la terapia ocupacional pueden ayudar a mejorar la movilidad y reducir el dolor.
- Consultar con un médico: es importante consultar con un médico si los síntomas de la fibromialgia empeoran durante el frío extremo. Pueden prescribir medicamentos o terapias específicas para ayudar a controlar los síntomas.
Afrontar el frío extremo con fibromialgia puede ser difícil, pero siguiendo estos consejos y tratando de mantener una vida saludable, las personas con fibromialgia pueden mejorar su calidad de vida y reducir los síntomas durante los meses de invierno.
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