Siempre que pensamos en fibromialgia pensamos en mujeres de más de 40 años, de hecho la gran mayoría de personas que la padecen pertenecen a este grupo, pero existen otros grupos minoritarios como lo son los hombres (ver aquí el artículo sobre fibromialgia en hombres), los niños y los adolescentes, aunque te pueda parecer extraño ellos también se ven afectados por este síndrome.
Actualmente se estima que entre un 1 y un 5 % niños y jóvenes menores de 18 años sufren la enfermedad. La mayoría de los casos se diagnostican en chicas de entre 13 y 15 años.
Cuando se presenta en niños y jóvenes, la fibromialgia se le conoce como síndrome de fibromialgia primaria juvenil (SFPJ)
Posibles causas
Al igual que la fibromialgia en adultos, la causa exacta no se conoce, aunque los investigadores creen que hay varios factores que intervienen:
- la genética
- los desequilibrios del sistema inmunológico
- los cambios hormonales
- la bioquímica
- y factores psicológicos
Síntomas de la fibromialgia en niños y adolescentes
La fibromialgia en niños y jóvenes a menudo pasa inadvertida debido a que los síntomas son vagos y pueden estar asociados con infecciones y otras condiciones que se producen durante la infancia o la adolescencia.
La JPFS puede causar discapacidad y muchos conflictos en los niños y adolescentes, como el ausentismo escolar debido a la fatiga y el dolor, problemas para dormir, aislamiento social y estrés emocional.
El principal síntoma de JPFS son los dolores musculares. Otros síntomas son fatiga, problemas para dormir bien, dolores de estómago, dolores de cabeza, problemas de memoria y concentración, mareos, piernas inquietas durante el sueño, ansiedad y depresión.
Diagnóstico
Debido a lo que hemos comentado antes de que los síntomas pueden ser leves y a veces se confunden con otras enfermedades que aparecen a una edad temprana, el diagnóstico de la fibromialgia en niños y adolescentes suele ser mucho más difícil.
Una vez descartados otras enfermedades comunes, el médico evaluará los 18 puntos sensibles de la fibromialgia y se tendrá en cuenta si el niño experimenta sensibilidad en por lo menos 5 puntos y si experimenta dolor durante tres o más meses. A veces esta sensibilidad muscular se experimentan como rigidez, opresión o una sensación de ardor, en lugar de dolor.
Si sospecha que su hijo tiene JPFS concerta una cita con tu pediatra para llevará a cabo un examen físico completo y ordenará algunas pruebas. Hay una nueva prueba que busca ciertos marcadores inmunológicos que están asociados con la fibromialgia.
El tratamiento en la fibromialgia infantil y juvenil
Si las pruebas y exámenes confirman el diagnóstico, su médico coordinará con otros especialistas para ayudar a su niño o adolescente. Suelen dar consulta con un reumatólogo pediátrico, un psicólogo y a veces con un fisioterapeuta, además de seguir con el seguimiento del pediatra de cabecera.
Los medicamentos no se utilizan con tanta frecuencia en niños y adolescentes como en adultos. Esto se debe a que en muchos fármacos no se ha probado su seguridad y eficacia en este grupo de la población.
La terapia cognitivo conductual es una de las opciones terapéuticas más eficaces, el psicólogo ayudará al niño o al joven a aprender los factores que desencadenan el dolor y la forma de afrontarlos. En este sentido es muy importante que pueda entender lo que le pasa y como adaptarlo a su vida. La fisioterapia, las técnicas de relajación muscular y el ejercicio físico también han sido eficaces para el tratamiento.
También se recomienda estar atentos a la dieta, muchos pacientes experimentan un empeoramiento de los síntomas después de consumir grasas saturadas, algunos conservantes, productos con gluten o productos lácteos. Una solución sería llevar un diario de alimentos para detectar esa sensibilidad y eliminar durante un mes y medio de la dieta los alimentos que sospechamos que nos perjudican para luego incluirlos y evaluar los síntomas.
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